El origen de las etiquetas autoadhesivas

El Sector

​​Las etiquetas adhesivas que hoy conocemos y que en Etiquetas Prix puedes imprimir no han surgido de un día para otro. Esconden, tras de ellas, una historia que se remonta a casi los principios de la actividad humana. 

¿Qué son las etiquetas?

Pero antes de descubrir el origen y evolución de las etiquetas adhesivas, parémonos en su definición. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, etiqueta es, en su cuarta acepción: “una pieza de papel, cartón u otro material semejante, generalmente rectangular, que se coloca en un objeto o en una mercancía para identificación, valoración, clasificación, etc.«

Esta descripción resume perfectamente lo que es una etiqueta. De hecho, como ya hemos comentado, una de las ventajas del etiquetado es la identificación del producto.

Aunque existen muchas más. Una etiqueta da información, permite diferenciar un producto de otro y, en última instancia, es un canal de comunicación con los clientes y consumidores. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo. 

Etiquetas en la Antigüedad

Se cree que el primero rastro de las etiquetas adhesivas podemos encontrarlo en la civilización egipcia. Por aquel entonces se solían usar hojas de papiro pegadas en los puestos de los comerciantes con cola de origen animal. 

Sin embargo, los primeros en usar las etiquetas para diferenciar unos productos de otros fueron los fenicios y los romanos. ¿Por qué? Pues porque eran comerciantes. Intercambiaban unos productos por otros en ánforas y otros recipientes. Tenían un mercado que, poco a poco, se hizo más grande.

En un momento determinado se hizo necesario el registro de mercancías para distinguir unos productos de otros. Así, se estableció la obligatoriedad de marcar las ánforas con un sello (o etiqueta) en la que se indicaba el contenido de la misma, el peso, la procedencia, etc. 

La aparición de la imprenta

A pesar de la pronta aparición de las etiquetas en la antigüedad, habrá que esperar hasta el siglo XVI para que se haga una etiqueta concreta para un producto determinado. ¿Os imagináis para qué producto se hizo? Fue el chocolate. A partir de esa época, la tecnología empezó a dar pasos agigantados y en el siglo XVIII ya nos encontramos con imprenta, litografía,  diferentes tipos de papeles, etc. 

Fue entonces cuando las etiquetas comenzaron a usarse para lo que hoy las conocemos: captar nuestra atención. Atraer consumidores, compradores, clientes. Ésta es una de las grandes ventajas de usar etiquetas adhesivas en tus productos: tus ventas se incrementan porque, en muchas ocasiones, la etiqueta es la que marca la diferencia. 

El siglo XIX, un punto de inflexión

La creación de la goma, en el siglo XIX, hizo que el mundo de las etiquetas diera un salto más allá. Esto favoreció que las etiquetas pudieran pegarse en un soporte después de humedecerlo. 

Pero, ¿y las etiquetas autoadhesivas como las de Etiquetas Prix? ¿Cuándo surgieron? Fue en 1930 cuando R. Staton Avery desarrolló una etiqueta que estaba precortada y que no necesitaba humedecerse para pegarse. Éstas son las que han llegado hasta nuestros días y que se han convertido en uno de los elementos más importantes para que un producto tenga éxito en el mercado. 

En el último siglo las etiquetas adhesivas han experimentado un desarrollo sin igual. Tras la Segunda Guerra Mundial, el estado americano de Georgia hizo pegatinas para promocionarse como destino turístico. La acción también incluía pegarlas en los automóviles, naciendo así una moda que aún hoy en día continúa: la de colocar pegatinas personalizadas en los parachoques traseros de los coches. 

En la década de los 70 del pasado siglo XX, surgen las famosas cartas coleccionables, como las de Panini. Una auténtica revolución para el ocio que ha llegado a nuestros días. Incluso han surgido variantes de las tradicionales etiquetas adhesivas coleccionables, como las pegatinas de tus acuarios. 

En décadas posteriores, las etiquetas adhesivas se convirtieron en una herramienta de comunicación publicitaria e, incluso, un soporte para el arte, como nos demostró Shepard Fairey con su campaña de Obey Giant y que aún hoy nos sirve de inspiración. 

Las etiquetas autoadhesivas personalizadas están hoy en día al alcance de todos. Se ha democratizado el etiquetado de manera que, desde casa, podemos tener nuestras propias pegatinas. Ello es gracias a plataformas como Etiquetas Prix que, con unos sencillos pasos, nos permite diseñar nuestras etiquetas adhesivas y tenerlas en nuestras manos en 72 horas. 

Y tú, ¿ya has impreso tus etiquetas adhesivas con Etiquetas Prix?